Miedo a los ciclistas

Hasta ahora conocíamos el miedo hacia la avalancha de turistas que llegan en verano, el miedo a los cruceristas que colapsan el centro, el miedo a los coches de rent a car que llenan las carreteras, el miedo a los hoteles urbanos que cambian la “identidad” del centro, el miedo a la compra de viviendas por parte de ciudadanos de otros países y ahora como colofón se apunta el “miedo a los ciclistas”. Que a gusto se encontraría nuestro famoso inquisidor español Torquemada en esta época y cuanta polémica artificial y ganas de fastidiar tiene cierto personal metiéndose con todo lo que no puede dominar.

En este último apartado de miedos y fobias, mención especial a la incongruencia de algunos que hace muy poco celebraban la llegada de estos turistas más ecológicos, con más recursos y de repente son también pasto de hoguera inquisitoria.

La 312, prueba ciclista recién acabada, trae a la Isla a más de 6.500 ciclistas de más de 40 países, tiene una repercusión mediática que para si querrían otros destinos turísticos, pero aquí para algunos, se ve como un día aciago.

En Francia hay literalmente hostias para que su Tour pase por sus ciudades y localidades, también aunque en menor medida pasa en España, pero aquí ni se nos ocurre pujar por ella y demonizamos una carrera emblemática, como esta 312 que además nació en un club mallorquín.

Hay que tener miedo a Corea del Norte, a Trump, a Putin, a los Populismos, al paro, a las crisis económicas, al fracaso escolar, a no poner freno a las enfermedades que nos diezman y si quieren como dijo Stephen Hawking, tener miedo a la llegada de extraterrestres. Pero aquí en nuestra Mallorca querida, le tenemos miedo a los ciclistas, manda …….