"Cap fred, cor calent, puny ferm, peus a terra". Este es el timón al que dijo Artur Mas que se agarraría toda la legislatura que acababa de inaugurar como presidente catalán. No voy a entrar a valorar si está cumpliendo con esas premisas o no.
Sí estaríamos casi todos de acuerdo en que nos gustarían como rasgos decididos y prominentes de la gestión de nuestros mandatarios, pongamos por caso José Ramón Bauzá.
En poco más de un año, de esas cuatro premisas (cabeza fría, corazón caliente, puño firme, pies en el suelo) echo alguna de menos en el proceder de Bauzá. A ver si coincidimos....
Que tiene los pies en el suelo, no se lo voy a discutir ni al presidente ni a nadie. Dirige el Govern en una legislatura en la que, con o sin errores, no toca otra. Con más o menos acierto, las decisiones que se toman no son fruto ni de sueños ni de elucubraciones fantasiosas. Hay que cumplir el objetivo de déficit y equilibrar el presupuesto.
La cabeza de Bauzá demuestra funcionar con frialdad. En todas las decisiones Lo primero es lo primero. Si hay que sufrir desgaste personal y político, se sufre. Frialdad y sacrificio. "Hay que hacer lo que tenemos que hacer porque si no hacemos lo que tenemos que hacer...", ya saben.
Siempre bien abrochado y casi siempre adornado con gemelos, José Ramón Bauzá exhibe puño firme a la hora de decidir. Que se lo pregunten a Carmen Castro, o al mismísimo Rafael Bosch, que tuvo que aguantar una buena bronca del president tras la polémica de los lazos en las escuelas durante una reunión de objetivos. Igualmente ha sido firme su pulso cuando ha insistido en subir un 25% el sueldo de sus colaboradores más próximos. Con firmeza ha defendido la decisión aun cuando la justicia y la opinión pública se han rebotado por este asunto.
Y lo que no veo por ninguna parte es el corazón caliente. O sea, sensibilidad mayúscula para con según qué asuntos. El del catalán no es un asunto que deba tratarse con distancia. Hay que tocarlo de cerca, manejarlo, escuchar mucho y consensuar lo que se pueda. Por no ponerle corazón al asunto se ha recurrido al programa electoral, y así está todo el mundo: cabreado.Se echa en falta sangre en las venas para hacerse más próximo a la vida de la gente en esta Comunidad, hacerse más próximo. Se puede ir -como él va- muchas veces a Madrid. Si quiere, puede ir cada día. Pero entiendo que debería volver como el que se siente más a gusto aquí que allá. Siempre con algún arañazo furuto de la pugna por conseguir algo, por pequeño que sea, que mejore aquí nuestras vidas.
Nos gustaría oir los latidos de este Govern que nos parece tan lejano.....
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