...no ponerlos a todos en el mismo saco

Los mamotretos quedarán ahí, y serán señalados como grandes fracasos de la política, de la gestión del dinero público. Y nos dolerá. De hecho, ya nos duele. Palma Arena, Metro, Palacio de Congresos...!menudos chascos!.

Sin embargo, me permitirán que aparte del paquete al Palacio de Congresos. A diferencia de los otros dos casos, el doble megaedificio fantasma que nos da la bienvenida al entrar a Palma es fruto de otro tipo de fracaso.

Francamente, creo que el proyecto de Placio de Congresos le vino grande -y hoy aún también- a la clase política de la ciudad y de las islas. Jaume Matas y el sector turístico no erraron en su visión: el Palacio hacía y hace falta. Hay pocas dudas sobre ello, por el imán que supondría para un cierto tipo de turismo, aquel que deja dinero en la ciudad. Matas, en su legislatura, no podía preveer la crisis que nos ha caído encima. Aina Calvo, en cambio, sí notó en su mejilla la bofetada de la crisis. Y ella gobernaba la ciudad, con Antich. Ahí le vino grande el asunto. Ahí estuvo torpe. Ahí había que tomar decisiones teniendo en cuenta que el pliego de condiciones ya no iba a ser asumible ni por lo público ni por lo privado. Ahí faltó cintura. Así le quedó el panorama a Mateu Isern.

Isern tampoco lo ha sabido resolver. En los próximos meses veremos cómo el tándem Isern-Gijón empezará a sacar nuevos concursos suavizando los pliegos de condiciones. Eso se tenía que haber hecho ya en el último, tras los abandonos anteriores. Ahora no estaríamos lantándonos y viendo como se van parando poco a poco las obras.

Lo bueno y lo malo de la semana sobre este asunto: Lo bueno, Alvaro Gijón anuniando nuevas convocatorias de concursos para que el edificio fantasma acabe teniendo vida interior. Lo malo, la propuesta del PSM de derribarlo. Menos mal que su propuesta no ha tenido casi repercusión. Eso sí es una propuesta "fantasma".