¡Más que pija, corrupta!

“El patriotismo es el último refugio de un canalla”. La frase es del eminente Samuel Johnson (1709-1784), un coloso de las letras inglesas.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha dado por concluida la instrucción del caso Laura Borràs, una pija burguesa, la pija más caradura del planeta, metida a independentista, después que la Fiscalía haya concretado la acusación del ministerio público a la presidenta del Parlamento de Cataluña. Los supuestos delitos por los que deberá responder Borràs son por un delito continuado de prevaricación administrativa, otro de malversación de caudales públicos, un tercero de fraude administrativo y un cuarto por falsedad en documento mercantil, por, en teoría, fraccionar contratos para beneficiar a un amigo cuando presidía la Institución de las Letras Catalanas, enfrentándose a una pena de 6 años de cárcel y 21 de inhabilitación.

En el transcurso de la instrucción realizada por los Mossos d’Escuadra se encontraron algunos correos electrónicos en los que la propia Laura Borràs le detallaba a su contacto la forma de fraccionar los contratos para eludir las exigencias legales y poder adjudicárselos todos a él, a través de distintas empresas. Estas eran las órdenes de Borràs en sus “mails”: “El presupuesto tiene que quedar detallado como si fueran profesionales independientes para los totales que no puedan superar, como ya sabes, los 18.000 euros. Si ven que lo que se ha hecho es fraccionar un encargo completo en diversos paquetes, es cuando piensan que ha habido una infracción. La cuestión es fraccionar”

En un intento desesperado por alargar el final, lo ha utilizado todo, desde intentar cambiar el reglamento del Parlament hasta pedir que la juzgue un jurado popular, que no es posible por alguno de los delitos que se le imputan; desde la recusación de los magistrados, hasta continuos recursos. En el colmo de la desfachatez, en junio pasado, con toda solemnidad y alarma, denunció que unos ladrones habían entrado en su casa para llevarse “solo documentos personales” y ha resultado que ni el robo fue en su casa, sino en los trasteros de la comunidad de vecinos, ni la policía parece haber encontrado indicios de nada raro más allá.

Sin rubor ninguno la segunda autoridad en Catalunya, la Presidenta del Parlament, grande, mostrenca y con cara de cemento, respaldada por su comisionista partido, acordarse del 3%, se niega a dimitir a pesar de enfrentarse a 6 años de prisión por trocear contratos y asignarlos a dedo a un amiguete. Esto para JxC no es constitutivo de delito, es la práctica “normal” que llevan practicando desde la época del molt honorable ladrón president. Espero que si a ERC y a la CUP les queda un mínimo de ética, que cada vez la tienen más difuminada por la ideología, hagan un favor al prestigio de las instituciones catalanas y hagan dimitir a esta pájara.

Está señorona es una persona infame al mismo nivel que Pujol o Màs, que disfrazan sus políticas corruptas alentando la independencia, una vergüenza absoluta. Lo peor son los millones de catalanes que les siguen ciegamente creyendo que el gobierno español está detrás de todos sus males. Una época lamentable en la historia de Cataluña.

Sin duda la Borrás es el más claro ejemplo de la idiotez sectaria y destructiva, del simplismo moral e intelectual del independentismo, el paradigma del político independentista; en ella se manifiestan con claridad todas las características que resultan imprescindibles para medrar en el independentismo: un fanatismo tan ciego y sordo que pensar en llegar a algún acuerdo es una entelequia, un exacerbado odio por todo aquello que es ajeno a sus caprichos, un total desinterés por el beneficio de todos, por el bien de la ciudadanía, una clara tendencia al delito como forma de actuar en política y, sobre todo, lo que se ha erigido como la bandera de los independentistas (mucho más que la estelada), una palpable y grosera incapacidad para desempeñar los cargos a los que sus votantes la han encumbrado.

La presidenta del “parlament” es un claro ejemplo de político prepotente y arrogante. Merece un escarmiento, sin duda. Más que nada para que se le bajen los humos. En cualquier democracia y por simple honor debería dejar el cargo o debería ser censurada por ese mismo parlamento. Su grosero menosprecio a la verdad, su cinismo y su miseria moral no tienen parangón.

Malversa, defrauda, prevarica, falsea y hace todo lo que le sale del forro del moño y luego se excusa con que es el Estado español, opresor y fascista que la persigue.¿Capisci?