La gloria del Atlético Baleares

Hace un buen puñado de años, a finales de los 90, alcanzó la presidencia del Atlético Baleares Tomás Cano, por entonces el hombre fuerte de Centennial, una compañía aérea con base en Palma. Hombre de negocios, se
apresuró a rodear al club de una estructura profesional y encargó la creación de una campaña publicitaria que atizara la conciencia de los balearicos: “Despierta la gloria”, rezaba el mensaje. Trataba de llamar a la puerta de
aquellos aficionados que con el paso de los años habían ido abandonando el Estadi Balear, hastiados de proyectos que nunca llegaban al otro lado. Cano firmó a tipos como Orejuela o Tomeu Pascual, pero el equipo se quedó nuevamente a las puertas de la Segunda División B.

 Pero el presidente, que apenas estuvo tres años en el cargo, tenía el mismo reto que ahora afrontan Fernando Crespí y Bartolomé Cursach: devolverle al Atlético Baleares una porción de la historia. Con un equipo trufado de estrellas, una respuesta masiva de los hinchas y una cobertura mediática a la altura, nadie duda de que el club ha logrado que el corazón de los balearicos vuelva a latir. Con el título muy cerca y un play off de ascenso detrás del telón, lo cierto es que el club encara un desafío excitante. Muchos de los niños que ahora piden autógrafos a Perera o Antoñito jamás oyeron hablar del lema de Tomás Cano, pero sí históricos como Fernando Miró o Tomeu Bonet, infatigables en el esfuerzo de despertar la gloria del Atlético Baleares. Suerte.

 @xiscocruz en twitter