Leyenda de Rukuba: la razón de que los perros no hablen

Una leyenda conocida proveniente de los habitantes de Nyanga en el Congo africano cuenta que su héroe popular, Nkhango, negoció con su perro Rukuba para obtener el fuego: la misión del perro consistía en robar el fuego al dios supremo Nyamurairi a cambio de obtener la amistad eterna de los humanos.

Tras haber cumplido su parte del trato, el perro Rukuba se incorporó a la cacería de Nkhango y juntos salieron victoriosos en todos los enfrentamientos.

A medida que la astucia del perro se hacía más evidente, Nkhango le confió otras tareas. Decidió utilizarlo como mensajero. Pero Rukuba no deseaba ser mensajero, sino que deseaba reposar ante el fuego tranquilamente, y como él fue el primero que suministró el fuego a los demás, se creyó con derecho a hacerlo.

Como el perro intuyó que iba a ser continuamente enviado aquí y allá para comunicar los mensajes, puesto que Rukuba era un animal listo y honesto y sabía hablar, llegó a una conclusión:

“Si yo no supiera hablar, no podría ser mensajero. Ya se que haré, ¡No voy a hablar nunca más!”

Desde aquel día el perro dejó de hablar; todavía tiene la inteligencia y capacidad de hacerlo pero no lo hace por propia decisión.