El cierre de Spanair ha disparado la aparición en escena de especuladores, sinvergüenzas y “chorizos”, que amparándose en la libertad de mercado han convertido a Baleares en una ratonera, de la que sólo los más pudientes pueden entrar y salir.
En estos momentos un vuelo de Menorca a Madrid no cuesta menos de 300 euros y eso haciendo escalas interminables por otros aeropuertos, pero es que si, además, se intenta que coincida con el horario más adecuado para las gestiones que se tienen que hacer, el viaje le puede costar cerca de 1.000 euros. Una vergüenza, una salvajada que no puede permanecer impune ni un minuto más.
El Govern debe hacer algo y hacerlo de manera inmediata. Son muchas, muchísimas las personas, que tienen que viajar por asuntos personales, familiares, profesionales… Y es una estafa que tengan que hacerlo a estos precios, porque para nuestra desgracia dependemos del avión y con ello de este grupo de especuladores que aprovechan la desgracia ajena para lucrarse y hundirnos todavía más en la miseria.
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