El Jonquet no ve mejoras en el 'Tardeo' pese a la presencia policial

La vicepresidenta de la Associació de Veïns del Jonquet, Carme Soto, ha explicado en declaraciones a mallorcadiario.com que una semana después de que este digital descubriera la polémica que los vecinos del barrio tienen con el 'Tardeo', el descontrol va en aumento. Según Soto, ella misma ha llamado este sábado por la tarde a la Policía por las molestias que estaban provocando usuarios de los locales de ocio, pero asegura que ve con impotencia como no se puede hacer nada al respecto: "La Policía viene, da una vuelta y se va porque no puede actuar". Además asegura que este sábado ha percibido un aumento de público al 'Tardeo' "debido a toda la publicidad que han estado haciendo las discotecas los últimos días".

Según explica, la peor parte del 'Tardeo' tiene lugar a las 10 de la noche, que es cuando las discoteca cierran y los clientes salen "calentitos". Además, explica como muchas de esas personas continúan la fiesta toda la noche y tienen lugar escenas de vandalismo como destrozos en coches, roturas demacetas o árboles caídos.

Soto asegura que en ocasiones incluso tiene miedo de enfrentarse a las personas que cometen esos actos por temor a represalias: "Algunas personas son educadas y se marchan cuando les llamamos la atención pero otras son muy violentas y son capaces de tirarnos piedras o botellas a nuestra ventana".

Tal y como sostiene esta vecina del Jonquet, está a la orden del día que las calles del barrio se conviertan en baños públicos improvisados: "Mientras están esperando para entrar a las discotecas, con todo lo que han bebido, muchos tienen que orinar o vomitar y lo hacen sin reparos en la primera esquina que encuentran". Es en momentos como ese, en los que sí que se está infingiendo la normativa, que los vecinos echan de menos una presencia policial más intensiva ya que "si arman escándalo y ocupan la vía pública, como es por la tarde, no infringen la ley".

Según afirma la vicepresidenta de la Associació de Veïns del Jonquet, se muestra pesimista y cree que la solución al conflicto es muy complicada pese a que "se ve que hay una voluntad política para arreglar la situación".