El ‘caso Picnic’ de Antich

El pasado fin de semana fue “movidito” políticamente hablando. María Dolores de Cospedal, secretaria general del Partido Popular, llegó a las islas a fin de asistir a una serie de actos de cara a las próximas elecciones autonómicas. En realidad, nada fuera de lo normal: que si la presentación de María Salom como candidata al Consell; que si la diada CanviVides en el que se hizo donante de órganos junto a Bauzá; que si unas declaraciones por aquí y unas por allá y, como no puede ser de otra manera, la contestación inmediata de la parte aludida, en este caso, el presidente del Govern, Francesc Antich, liado en esos momentos con la inauguración del nuevo centro sanitario de Andratx. Cospedal criticó –entre otras cosas- la política social de nuestro presidente y su equipo y le hizo “corresponsable del mayor recorte social de la historia de la democracia” (junto a Zapatero y Francina Armengol) y, como era de esperar, Antich recogió el guante y contestó. A lo largo del fin de semana, las agencias de comunicación de las islas recibieron en sus redacciones las correspondientes notas de prensa remitidas por prensa del Govern (no por el PSOE balear) en las que se recogían las contestaciones de Antich a las acusaciones de la líder popular que, a tenor de las mismas, fueron efectuadas claramente como líder socialista y no como presidente de todos los ciudadanos de Baleares. Lo que llama la atención en este caso es que la jefa de prensa del Govern balear (pagada con dinero público para que dé cumplida publicidad a los actos del Govern, no del partido socialista) no se limitó a enviar la información del acto de apertura del centro de salud de Andratx (acto propiamente del Govern) sino que tramitó las contestaciones a Cospedal lo cual, entra más bien en el ámbito de la campaña electoral y, por tanto, del Antich socialista más que del Antich presidente. Llegado este punto uno se pregunta ¿qué diferencia esta actuación con las que se han revelado en la ‘operación Picnic’? ¿Es que no es este otro caso en el que personal con sueldo institucional trabaja en realidad para un partido político? Al fin y al cabo el sueldo de la jefa de prensa del presidente Antich también lo sufragan los votantes del PP, así como del resto de partidos. ¿Por qué no paga de su bolsillo el PSOE balear a su propio personal para los trabajitos de campaña electoral? En realidad, si nos detenemos a analizarlo, en ambos casos se ha utilizado una figura pagada con dinero público no para el servicio a la ciudadanía, sino para intereses partidistas, nunca mejor dicho. ¿Y no dice nada sobre esto la Ley del Buen Gobierno?