El gasto en cubos de plástico se dispara

Dado el fenomenal acabado que tiene el techo del aeropuerto de Palma, el gasto en cubos de plástico para el agua que se filtra se ha disparado. No sabemos si Son Sant Joan tendrá que emitir bonos patrióticos para financiar esta partida de gasto, pero un verdadero ejército de trabajadores va con los cubos por los pasillos, recogiendo el agua que se filtra por un techo que más bien parece un queso gruyêre. Es una lástima que este espectáculo se repita sistemáticamente, no sólo en zonas ya un poco antiguas, sino incluso en la propia terminal C, que acaba de ser reabierta al uso ordinario tras una reforma en profundidad. No quiero pensar lo que puede haber llovido dentro de los locales de El Corte Inglés. ¿Merece la pena que se haga un comentario sobre qué puede opinar un ciudadano sobre un aeropuerto en el que sobra la plantilla, en el que los ingresos son fabulosos, donde se cambian equipos innecesariamente, pero no se ha logrado evitar el espectáculo de las mil goteras?