Dimite Miss España tras un escándalo judicial

Desconcierto total en Miss España. La empresa propietaria del certamen de belleza más famoso del país tiene muchos frentes abiertos. Al margen de la contienda judicial que mantiene con tres extrabajadores a los que despidió, quienes les han denunciado por impago, el concurso se ha convertido en testigo de su propia descomposición, según publica Vanitatis. La escisión es tan evidente que hace unos meses la actual sociedad gestora perdió la licencia de Miss Universo, el título internacional al que, durante más de 50 años de historia, siempre ha aspirado la vencedora del concurso de belleza patrio por antonomasia.

Por su parte, Andrea Huisgen, la actual Miss España, acaba de presentar una renuncia formal al contrato por tres años que firmó al proclamarse la mujer más guapa del país hace un año en Sevilla.  

La historia se remonta a hace unos meses. Guillermo Escobar, exdirector de Expansión de Miss España, exjefe de los delegados autonómicos y uno de los trabajadores despedidos, se hacía con la explotación de los derechos de Miss Universo, a través de Be Beautiful Spain S.L., una empresa de nueva creación que se dedica a la “organización de certámenes de belleza”, según reza la presentación de la misma en la redes sociales. De esta forma, el propio Guillermo Escobar rivalizaba con Julio Martín, propietario de Miss España y presidente de la inmobiliaria alicantina Torrecasa. Pero la pérdida de dicha licencia ha traído consecuencias nunca vistas hasta la fecha. Huisgen, la chica que regenta el título, quiere ir a Miss Universo, pero la situación se le ha vuelto en contra. A día de hoy, sigue en conversaciones con ambas partes para tratar de llegar a una solución.

Esta joven representante de Barcelona, a la que presentaron ante los medios hace un año como la elegida para representar a España en Las Vegas el próximo mes de diciembre, donde se celebrará Miss Universo, se quedaba, con este baile de franquicias, en 'tierra de nadie'. Es decir, atada por un contrato de tres años con la empresa de Miss España, que ya no poseía los derechos del certamen internacional, y con las ganas de acudir a este último. Una realidad que no ha sido proporcial a la de sus compañeras, Aranzazu Estévez, Primera Dama, y Ana Crespo, Segunda Dama, quienes sí viajaron a los respectivos certámenes de Miss Mundo y Miss Internacional.

Ante la evidente imposibilidad de acudir a Miss Universo, porque el concurso en España lo gestionaba otra empresa distinta a la de ella, Andrea, de ascendencia alemana, aprovechó unas vacaciones en Canadá este verano para presentarse en las oficinas que Donald Trump, propietario del certamen, tiene en la Quinta Avenida de Nueva York. La acompañaba su padre, que se ha convertido en su asesor y casi en su representante durante estos meses. Allí, explicaron su caso. Al parecer, la conversación fue fructífera porque, al poco tiempo, Guillermo Escobar paralizó el casting que había organizado dentro de la Semana de la Moda de Madrid para buscar una candidata que ‘mandar’ al certamen. A cambio, Andrea tenía que renunciar al contrato que mantenía con Miss España. 

Al parecer, esta ya ha presentado su renuncia, tal y como confirma la propia modelo en conversación con Vanitatis, a pesar de que la ruptura contractual no puede dirimirse sin el acuerdo entre ambas partes. “No he renunciado a la Corona”, replica ella. Parece que la organización de Miss España no ha comprendido sus argumentos, según fuentes cercanas a la organización, y posiblemente tengan que recurrir a terceros para solucionar este conflicto, que llega en el peor momento para un certamen donde el prestigio ha sido el gran ausente durante los últimos años. Algo que vino a confirmar la retirada por sorpresa como presidente del jurado de Javier de Montini, periodista respetado y reputado, el año pasado. En cambio, Huisgen ya figura como representante española oficial en Miss Universo en la página web del certamen. Al parecer, la modelo viajó este martes a Madrid para firmar un contrato con Be Beautiful Spain para poder participar en el concurso internacional. En definitiva, una situación muy complicada de solucionar.