Diéguez, el marrullero

La imagen que ofrecen nuestros políticos suele ser bastante lamentable como demuestran las continuas enganchadas que cada semana tienen el Govern y la oposición a cuenta de la crisis en el Parlament, pero si hay un personaje que realmente consigue degradar la clase política ese es Antoni Diéguez. El diputado socialista se ha convertido en el marrullero oficial del partido y no duda en utilizar cualquier tema, por pasado que este esté, con tal de atacar al contrario. Ayer le soltó a Aguiló que "irse de juerga es coger el dinero de la caja de todos y gastarlo en un local de prostitución de Moscú" haciendo referencia al ‘caso Rasputín’, ocurrido en 2004. Diéguez se ha creído que el Parlament es un circo y él el bufón de la cámara por lo que se permite, sea cual sea el tema que se está debatiendo, hacer chanzas y utilizar un discurso desfasado y fuera de lugar dando una imagen lamentable no solo de sí mismo sino de la propia institución. El socialista no tiene remedio y no es la primera vez que utiliza argumentos de lo más peregrinos, pero lo peor es que nadie en su partido le para los pies y evita que todo el grupo haga el ridículo. Armengol debería meterlo en vereda o intentar hacerlo callar.