Destapada en Mallorca una red que vendía felinos híbridos en redes.
Una ardua investigación de la Guardia Civil ha acabado con una red internacional que se dedicaba a vender felinos híbridos y animales exóticos a través de redes sociales.
Durante el registro practicado por los agentes, localizaron 19 ejemplares de la familia felina, entre ellos un caracal puro, dos servales puros y 16 híbridos con gatos domésticos. Además, intervinieron dos ordenadores, tres móviles, dos pendrives y más de 40 pasaportes de animales procedentes de Rusia, Bielorrusia y China.
Los animales incautados están inicialmente en el Safari Zoo de Son Servera, donde se encuentran bajo vigilancia veterinaria. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha anunciado que se reubicarán de forma permanente en Prima Domus, en Alicante, un centro especializado en fauna salvaje.
La operación, dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Manacor, ha sacado una estructura criminal de alcance internacional. En ella participaban criadores, veterinarios y transportistas que introducían ilegalmente los animales desde países como Rusia, Bielorrusia y Ucrania, utilizando documentación falsificada.
La entrada a la Unión Europea se realizaba, en la mayoría de los casos, por la frontera entre Polonia y Bielorrusia, desde donde los ejemplares eran distribuidos a otros países europeos. La venta se publicitaba abiertamente en redes sociales, con precios que oscilaban entre los 8.000 y 18.000 euros por ejemplar, dependiendo del nivel de pureza del animal.
Por ejemplo, por una pantera nebulosa se pedían 60.000 euros, mientras que un híbrido de primera generación podía alcanzar los 18.000 euros, según detallan los investigadores.
Los expertos advierten de que la cría y tenencia de estos animales representa un riesgo real para la seguridad pública y el bienestar animal. Se trata de especies agresivas, con necesidades de espacio y alimentación muy específicas, que en muchos casos acaban abandonadas o sacrificadas al no poder ser controladas como mascotas.
Además, la práctica de hibridar felinos salvajes con gatos domésticos no solo supone un peligro, sino también una violación directa del Convenio CITES, que regula el comercio internacional de especies amenazadas. Este convenio protege incluso a los híbridos hasta la cuarta generación, y la venta de estos animales sin documentación oficial supone un delito.
Los agentes constataron que los detenidos no contaban con permisos de criador, ni disponían de la documentación requerida para la comercialización de estas especies. Todo ello concurre en delitos contra la fauna, contrabando, falsedad documental y pertenencia a organización criminal.
La cría de felinos salvajes como mascotas es una práctica bastante extendida en Rusia y Ucrania, donde muchos propietarios intentan domesticar especies como caracales, servales o linces boreales. Esta moda ha empezado a reproducirse en países de Europa occidental, inspirando redes ilegales como la desarticulada en esta operación.
Desde el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil han hecho un llamamiento a la ciudadanía para denunciar este tipo de actividades y han subrayado la importancia de no contribuir al tráfico de especies exóticas mediante la compra o tenencia irresponsable.
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