Descanso primaveral de Semana Santa

Unos días de descanso siempre nos vienen bien y más cuando estos están relacionados con la primavera y el buen tiempo, aunque por desgracia en nuestras preciosas islas, la Semana Santa casi siempre, viene acompañada de lluvias.

Este año, aunque estaba anunciado mal tiempo, hemos empezado con sol el jueves Santo, lo que nos da un respiro a los que estamos esperando descansar en ellas.

Hace tiempo que decidí que, en épocas estivales, salir de las islas es peor solución que quedarse en ellas, ya que tenemos el privilegio de disfrutar de uno de los lugares más paradisíacos del mundo y más en estos días que son muy familiares en ellas.

Por eso mañana aprovecharemos para hacer las famosas “panades, crespells y rubiols”,que tanto le gusta hacer a mi suegra con los niños y que a ellos, incluso ya en su edad adolescente, les encanta colaborar.

También aprovecharemos para ver esas procesiones de Palma que, aunque no tienen la fama y el semblante de las andaluzas, nos recuerda porqué descansamos estos días y nos posicionamos lejos del mundanal ruido de las jornada laborales.

Curiosamente en un mundo cada vez más ateo, seguimos utilizando las fiestas religiosas como una excusa para descansar, Navidad, Semana Santa y demás puentes, son la excusa que nos ponemos para parar un poco y dedicarnos tiempo a nosotros y a nuestros seres queridos.

¡Qué curiosos, cuando menos, somos los humanos! Nos van bien las fiestas pero las obligaciones no las vemos tan claras.

Todos nos adherimos a esos días de descanso, pero seguir las doctrinas religiosas y de fe, ya no nos gusta tanto, pensando que ser religioso comienza a no estar bien visto y que no sirve para mucho más que para celebrar esas fiestas.

Esto nos hace ver como somos las personas, poco comprometidas y con una gran falta de coherencia y egoísmo.

No me canso de repetir a mis clientes que ser coherente es una característica fundamental en la vida, porque lo contrario nos crea muchos conflictos éticos y emocionales.

Pero bueno, parece ser que esta asignatura, una gran mayoría se la saltaron en el colegio, al igual que la del compromiso.

Son pocas las personas comprometidas que conozco en la actualidad, muchas los onde palabra, pero a la primera de cambio que los problemas llegan a sus vidas, comienzan a perder esa gran cualidad que nos haría a todos la cosa más sencilla.

Podría contarles un sinfín de casos que vivo cada día en el terreno profesional y personal, pero este tema lo tendremos que abordar en próximas semanas.

Ahora nos toca descansar y esperar a ver si además de la teoría, comenzamos a practicar lo que decimos.

¡Felices Fiestas a todos ¡