El tenista mallorquín Rafa Nadal ha solventado un cómodo debut en el Masters 1.000 de Montecarlo, donde aspira a un noveno entorchado consecutivo que sería histórico, despachando al australiano Marinko Matosevic, primer obstáculo ante de enfrentarse en octavos de final al alemán Philipp Kohlschreiber.
Nadal iniciaba el asalto a su torneo predilecto con las rodillas muy descansadas, tras más de cinco semanas ausente de la competición desde el título conquistado en el Masters 1.000 de Indian Wells. Su frescura física y mental, combinada con el nerviosismo de su rival, que venía de eliminar a Fernando Verdasco, convirtieron el partido en un trámite.
Una hora y dos minutos le costó al balear meterse en octavos de final, donde ya esperaba desde el martes Kohlschreiber, verdugo de Pablo Andújar. Nadal ingresó como un ciclón a la tierra monegasca y ya dominaba por 4-0 a los 12 minutos de partido, con un balance de 16-2 en puntos hasta ese momento.
Tras cerrar el primer set, llegó el único momento de duda del español, que cedió un 'break' al inicio del segundo set (0-2). Sin embargo, la reacción de Matosevic se quedó en amago cuando su adversario apretó el acelerador, apuntándose los seis siguientes juegos de forma consecutiva. De esta forma, Nadal apenas se desgastó para encadenar su decimoquinta victoria y dejar su balance del año en 17-1 antes de retos mayores.
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