El Real Mallorca jugará este sábado su último partido en San Mamés (16.00 horas) ya que el Athletic Club estrenará estadio la próxima temporada. El equipo de Manzano, en plena lucha por la permanencia, realizará una visita histórica a la Catedral, un recinto emblemático pero que se ha quedado obsoleto. San Mamés Barria es el futuro y allí jugarán los rojiblancos a partir de la próxima campaña.
El conjunto bermellón, que ya sabe lo que es ganar en San Mamés –Manzano logró su primera victoria con el Mallorca en Bilbao-, viaja hoy hacia tierras vizcaínas con la intención de sumar un triunfo que le permita seguir con vida en el campeonato. Técnico y jugadores se han conjurado para luchar hasta el últtimo momento.
Además, el Mallorca no estará solo en San Mamés. Alrededor de 400 seguidores mallorquinistas estarán presentes en el campo del Athletic para apoyar a los rojillos. Una nueva demostración de la afición, que ya acudió en masa a Zaragoza hace 15 días para dar ánimos al equipo.
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