Vecinos denuncian bares y restaurantes que operan como discotecas en Santa Catalina

La Associació Veïns Barri Cívic de Santa Catalina ha descubierto la existencia de locales de dicha área palmesana que tienen licencia municipal para actuar como restaurante, bar o cafetería, que en realidad operan como discotecas, sala de conciertos o terrazas.

La entidad ha denunciado en un comunicado "la irresponsabilidad en la gestión y control de licencias de actividad otorgadas a los bares y otros locales de ocio, que contamina los barrios y la ciudad de ruido y malestar".

Tras años denunciando la situación "insoportable" del barrio por la sobreocupación de locales de ocio y terrazas en la zona, los vecinos han investigado el origen de "tanto descontrol" y han descubierto que a la problemática de la saturación de ese tipo de negocios se añade en muchos casos que incumplen las licencias de actividad autorizadas por el Ayuntamiento de Palma.

Algunos establecimientos con licencia de restaurante, bar o cafetería, actúan en realidad como discotecas, sala de conciertos o terrazas "para la organización de fiestas y juergas hasta altas horas de la noche", algo que "va en detrimento de aquellos establecimientos que sí cumplen con la normativa".

Denuncian que esos locales que operan con licencia que no le permiten el ocio nocturno perturban el descanso vecinal, "transforman y deterioran el espacio urbano residencial, ya que se ubican en fincas residenciales de uso comunitario, incluyendo plantas bajas, zonas verdes, espacios peatonales y patios".

La entidad vecinal insiste en que además de las molestias y la vulneración de los derechos de los vecinos, incumplen la normativa municipal vigente, regulada a través de la licencia municipal que otorga el Ayuntamiento. "Todo ello genera una angustia residencial de alto voltaje en el barrio", advierten.

La asociación denuncia que "la negligencia es la norma" y "no existe un seguimiento adecuado por parte de la administración de los usos de las licencias a los bares de ocio".

Según Barri Cívic, la permisividad de la administración y la falta de un seguimiento hace que el problema para los vecinos se agrave y se alargue durante años.

Reclaman que la administración se haga responsable tanto de inspeccionar qué locales se abren al otorgar las licencias, como de comprobar los usos a lo largo del tiempo, "más aun cuando son decenas de ciudadanos los que sufren malestar, falta de descanso y denuncian la actividad de estos establecimientos"