De niños prodigio o niñocagaos

Ser Niños Prodigio tiene sus aristas. De todos es conocido el caso del pequeño Wolfang Amadeus que a los cuatro años ya había compuesto una sonata, a los ocho su primera sinfonía y a los catorce su primera opera. El padre lo tenía explotado con la hermana como a dos monos de feria por esas cortes de Dios, y no es de extrañar que acabara más loco que una liebre en marzo.

En España fuimos muy dados a los Niños Prodigios de desigual fortuna: Pablito Calvo, Joselito que no hizo la mili por no dar la talla y que se desquitó en Angola haciendo de mercenario; Marisol, todo un antes y un después, a partir de Interviú, la tropa de los Parchis y la eurovisiva Melody y algún desgraciado más, que todavía va a los reallity y telemierda vendiendo sus traumas infantiles .

Tengo otra niña prodigio más reciente, la volátil Gretta Thumberg que como buena adolescente sueca (y eso es culpa del clima) o se chalan por falta de vitamina D y se vuelven como Pippi Langstrum, o acaban como en las novelas de Stieg Larsson. Aunque en el caso de Gretta, es solo un caso más de Asperger severo, me temo.

Como siempre esto de los Niños Prodigio tiene truco. El padre de Mozart se dedicaba a montar bolos por las cortes centroeuropeas y los padres de la Asperger sueca estaban en el rollo mediático – ecologeta sueco, desde hacía años. Es decir conocían el negocio y sabían que lo del niño prodigio, vende y si encima es una sociopata como en el caso de Gretta, mejor. Un dos por uno: Chuky + zumbada mesiánica.

Hace unas semanas vuelve a asomar la rubia cabecita de un bebé de dos añitos, a quien la prensa francesa ya ha nombrado un genio prematuro de la pintura.

Los franceses no suelen tener Niños Prodigio. Lon niños franceses juegan con sus amiguitos en el parque y normalmente “salen”  más o menos normalitos, como los españoles, eso si, con unos índices de TDAH que ríete de un contador Geiger en Fukoshima. Pero ya les digo que en un 80% la culpa es de los padres. Se lo digo yo, que por eso no tengo hijos y sufro a los de los demás.

Al niño francés  Ismaël Baldassare Jourdan, de dos años, le han dado unas brochas y unos botes de pintura y como le han quitado la tablet y la tele se ha puesto a pintar como un poseído. Creo que todos empezamos más o menos igual, hasta que se nos terminó el papel y continuamos con las paredes , cortinas y en mi caso, tapicerías carísimas, que fue donde nos reprimieron nuestras aspiraciones artísticas. 

En el caso del francesito, la madre se llama Chloé Jourdan, y es arte terapeuta, y el padre atiende por  Manuel Baldassare, pintor y dueño de la galería donde se exhiben las piezas de su hijo. Esto nos debería llevar a sospechar : Que el padre es un pésimo galerista ya que no es capaz de tener a un artista normal que representar. También podría ser que la madre se haya puesto de Coach de artistas y necesita promocionar su chiringuito con un niñocagao. Al chaval lo enseñan sin pixelar, un grave riesgo, ya que lo reconocerán cuando sea mayorcito y lo correrán a palos por repelente.

“Pureza del gesto, espontaneidad, energía”…son alguno de los rasgos que destaca la critica francesa de la obra del petite Ismael, como no podría ser de otra manera, y al que imagino lo tienen explotado a base de CocaCola (original con toda su cafeína y azúcar) y va como una moto.

Por lo visto el cabrón del padre, el galerista, ya explota la obra del petit enfant. Algunas pinturas ya han sido reservadas por compradores interesados por ser parte de este fenómeno desde sus inicios. No obstante, el dinero recaudado por estas ventas no estará disponible de inmediato para el niño. Siguiendo un enfoque prudente, sus padres han decidido que todos los ingresos se depositen en una cuenta que Ismaël podrá utilizar solo cuando alcance la mayoría de edad. 

Ya veremos en que queda, pero me huelo el drama. 

Es de suponer que el padre galerista va a estirar el chicle del Petit Prodige hasta que el chaval despierte a la sexualidad o las drogas (ambas de mala urdimbre, con madre terapeuta y francesa como consejera). Otra será que  el día que el chaval cumpla 18, no va a quedar ni un céntimo en la cuenta y que los padres se lo han gastado en Foie de Canard y viajes.

Así que lo del Peintre Prématuré,  de momento huele a tres cosas:  A niñocagao , a timo y estafa familiar.

Jorge Llopis Planas

Director de Pecados del Arte.com