Obstinaciones que chirrían

Sorprende la determinación del Govern de plantear batalla por el incremento de sueldos del personal de confianza del president Bauzá y aferrarse a la idea –que aunque sea cierta es insuficiente– de que la reducción de cargos implica mayor cargade trabajo y, por consiguiente, más salario.

Resultatan obvia la incoherencia entre tanta obstinación en este asunto y los recortes educativos y sanitarios, por citar los más sensibles socialmente, que parece mentira que los asesores del president no le hayan advertido de ello, aunque solo sea por pura estrategia política y aquello de cuidar al máximo los pequeños gestos en plena tormenta económica.

También provoca perplejidad que se anuncie la disponibilidad de un centenar de profesores –insuficientes en todo caso– para la implantación de la libre elección de lengua en el aprendizaje de la lectoescritura a pesar de las advertencias de los efectos negativos pedagógicos y organizativos de esta medida por parte de la comunidad educativa. Se genera un conflicto donde no lo había y no se dispone objetivamente de recursos para afrontarlo. ¿Por qué tanta obstinación en determinadas promesas electorales y tanta flexibilidad para aparcar otras? ¿Por qué no la sustituyen por el sentido común?