Comienza el curso otra vez en verde

Llega septiembre, llega la puesta en marcha después del letargo estival y llegan otra vez los camisetas verdes, los de siempre, los que algunos denominan los perro flautas, a reivindicar que se suprima el Til y que por tanto, no se cumpla la Ley.

Hemos visto en los medios de comunicación de todas las islas a dos camisetas verdes que se ofrecen para girar a la Consellera d’Educació y ponerla cabeza a bajo. Ante esto, me pregunto, ¿Estos son los que deben dar ejemplo y educar a nuestros hijos? Muchísimos padres estamos hartos de esta situación y de que se utilice a los niños en una guerra a la que parece no se le quiere poner fin.

En las guerras, como en la vida, hay unos que ganan y otros que pierden, en esta los alumnos que tienen que aguantar este tipo de acciones y reivindicaciones son, evidentemente, los que pierden.

Que decir tiene que si en algún momento tuvieron razón, que no digo ni que sí ni que no, con esta actitud y amenaza de poner boca a bajó a la Consellera, la han perdido totalmente. Es de muy mal gusto y denota una gran la falta de tacto y de la importancia que le dan estos dos individuos a un tema tan serio como es la educación de nuestros hijos.

El adoctrinamiento en las aulas es un tema muy delicado y muy polémico desde antaño, que fue apaciguado y que ahora por guerras de lengua se ha avivado manipulándose las mentes desde un lado y del otro de la valla para recibir apoyos en su bando lingüístico, sin que a nadie importe el tema, importante de fondo, que no es otro que nuestros alumnos necesitan paz, estabilidad y profesorado vocacional para empezar con buen pie el curso y su formación.

Que decir tiene que el profesorado actual esta totalmente desamparado y que es un trabajo duro, es más, pienso que es durísimo el tener que formar a la nueva generación que viene, ya que con tanta información, experiencia y el libertinaje que pasea por nuestra sociedad actual ellos se creen sabidos. Pero este es otro tema y otro artículo, sólo les ruego a los camisetas verdes que dejen de dar la nota y que  respeten a los alumnos y padres, y sobre todo que no los adoctrinen, por favor, dejen pensar a cada uno en libertad. Comencemos el curso en calma y tranquilidad. Que esta isla era eso, la isla de la calma y la tranquilidad y ahora se ha convertido en la isla de la tensión y la exaltación.