El Hospital Son Espases, como antes Son Dureta, al borde del colapso

El Hospital Son Espases ofrece desde hace días “la peor imagen de Son Dureta”, la del Servicio de Urgencias colapsado, el personal desbordado y los enfermos esperando una cama que no llega, porque las habitaciones en funcionamiento están al completo, mientras hay camas bloqueadas por fallos estructurales importantes. La situación, según aseguran fuentes del hospital, es muy preocupante, porque mientras en Urgencias más de 60 de enfermos, 62 según los últimos datos, se ven obligados a permanecer en este servicio, por falta de camas, uno o dos días, esperando a que se den altas para poder ser derivados a planta, hay habitaciones que no pueden habilitarse por problemas de desagües, electricidad o filtraciones, lo que impide su puesta en marcha. De hecho, esta misma mañana había 24 pacientes en camillas, cuando Urgencias sólo está preparado para atender a 12, quienes no deberían esperar más de 6 horas para ser llevados a una habitación, pero la realidad es que permanecen allí hasta dos días, con los problemas que ello conlleva, incluidos los del servicio de comida, puesto que, según los mismos profesionales, “no llega en condiciones y muchas veces ni siquiera les facilitan agua mineral, por lo que tienen que beber agua del grifo”. Esta situación se ve agravada por el hecho de que, tal y como comentan en el centro hospitalario, se ha incrementado de forma significativa la actividad quirúrgica, con el fin de reducir las listas de espera, mucho más elevadas como consecuencia del traslado, pese a que los datos, hoy por hoy, se desconocen, dada la negativa reiterada del conseller de Salut, Vicenç Thomàs, a hacerlas públicas. Lógicamente, el aumento de intervenciones ha conllevado una mayor necesidad de camas, lo que también limita mucho la disponibilidad de las mismas para los pacientes que ingresan de urgencia. Paralelamente, las unidades de Reanimación y Despertar también se encuentran completamente llenas; es más, las 12 camas de las que actualmente dispone la de Despertar están todas ocupadas, por lo que más de un enfermo recién operado ha tenido que permanecer en estas dependencias, en una camilla, y, lo que es peor, muchas más horas de las necesarias, por la imposibilidad material de encontrar una cama libre en planta. UNA PESADILLA OLVIDADA Mientras tanto, según las mismas fuentes, hay otras doce camas disponibles y sin abrir por “falta de personal y de recursos materiales”. La situación, según los profesionales, es la vuelta de “una pesadilla olvidada, porque todos creíamos que habíamos entrado en una nueva fase en la que se no se iba a repetir lo vivido en los momentos más duros de Son Dureta”. Las quejas del personal son continuas, máxime porque “desde el lunes Son Espases está prácticamente colapsado. No hay camas y los boxes de observación, trauma y urgencias se encuentran al completo, por lo que los enfermos han tenido que ser ingresados en camillas, sin posibilidad de derivarlos a planta y sin intimidad alguna”. Otra de las quejas se centra en los cambios efectuados en el programa de Admisión, ya que antes “estaba centralizado y permitía conocer la disponibilidad de camas en todo el hospital, mientras que en la actualidad se ha descentralizado y hay que ver planta por planta, lo que está provocando serios problemas”. Y a ello hay que unir el hecho de que el servicio de triaje está colapsado “a causa del sistema informático”, lo que provoca que “haya pacientes que tengan que esperar hasta dos horas sólo para que les realice el triaje y luego regresar a la sala de espera”. En cualquier caso, el personal afirma que está viviendo una “situación de descontrol”, porque “hay muchos más pacientes y la plantilla es la misma. Y aunque hacemos todo lo que podemos, la situación es insostenible”. Mientras tanto, en medios hospitalarios, se asegura que se está barajando nuevamente la posibilidad de derivar enfermos a las clínicas privadas, ante la saturación que se ha creado en el hospital.