El tranquilo paseo de Francina Armengol hacia el liderato del PSIB puede no serlo tanto. Las voces críticas en el seno del partido comienzan a oírse con fuerza y a ellas se ha sumado la de la exalcaldesa de Palma, Aina Calvo, que sin decir si presentara batalla a la inquera, aboga por un congreso regional abierto en el que cada militante suponga un voto.
No hay duda de que los próximos meses se presentan moviditos para los socialistas y en especial para la actual portavoz del PSIB en el Parlament que está viendo peligrar su puesto al frente del partido. De momento se mantiene en silencio y no se pronuncia sobre el asunto de la sucesión pero sabe que tiene todas las de perder si finalmente el congreso es abierto a todos los militantes y cada candidato parte con las mismas posibilidades.
La heredera de Francesc Antich es consciente de que no cuenta con demasiados apoyos en lugares tan estratégicos como Palma por eso quiere evitar a toda costa la fórmula de un militante, un voto por la que aboga Socías y ahora también Calvo.
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