no al menos en lo referente a todo su perímetro, ya que varias de sus calles interiores conformaban en los años sesenta, setenta y ochenta el denominado "barrio chino" de la ciudad —llamado es brut en catalán—, cuando ese nombre tenía un significado y unas connotaciones totalmente distintas a las que pueda tener hoy un barrio que se defina igualmente por ese calificativo.