La entrevista a la consellera de Famílies i Afers Socials, Catalina Cirer (Palma, 1963), empieza y termina con un abrazo. Suele decirse que una de las primeras reglas que debe respetar un buen periodista es la de no implicarse emocional o personalmente en los reportajes, las entrevistas o las crónicas que haga. Pero uno no siempre ha estado del todo de acuerdo con esa regla, y, además, en caso de que lo hubiera estado, Catalina Cirer merecería y merece sin ninguna duda una excepción, por su trayectoria política, por su honestidad, por su cercanía con todo el mundo y por su gran humanidad, unos valores que han estado de nuevo también presentes en esta entrevista.